lunes, 21 de julio de 2008

Mi auto

No hace mucho que manejo. Mi auto es el primero que tengo y estamos aprendiendo juntos. Él está aprendiendo que yo soy una loca, y yo estoy aprendiendo que él es una máquina a la que no se puede putear como a un ser humano porque no va a responder.
Bueno…la cosa es que yo de mecánica no sé ni pío. Obviamente, como eso es una desventaja frente a un mecánico que nota la desesperación en la cara de uno cada vez que el auto no anda, estoy tratando de interiorizarme de los componentes y su funcionamiento.
Por ejemplo, ya sé que todos los autos tienen: burro de arranque, cigüeñal, árbol de leva. Incluso el otro día controlándole los líquidos el muchacho de la estación de servicio me dijo que le faltaba agua al “sapito”, ¡¿A qué le falta agua?!- le pregunté entre sorprendida y asqueada. ¡Al sapito!- me contestó el muchacho que se extrañó de mi arcada. Y bueno…dale agua- le contesté yo porque lo último que necesito en este momento es un bicho muerto en el motor.
Mientras salía de la estación de servicio con el batracio hidratado pensé en todo lo que tenìa mi auto y lleguè a la conclusión que:
si al burro, al árbol y al sapo le agregaba la tierra que tiene siempre…¡mi auto es lo más parecido a un paisaje campestre!

1 comentario:

Facundo Creus dijo...

Buenisimo!

Me encanto!, me haciciste acordar a mi auto, en vez de "lavame sucio" me escribieron "desenterrame desgraciado", los de greenpeace decian que en el capot era la nueva reserva ecologica...