lunes, 28 de julio de 2008

Visita rural

Hoy fui a la exposición rural. La verdad es que me carcomía la intriga .Los diarios titulaban “Grandes ausencias” porque los granaderos, y ningún funcionario del gobierno iba a asistir el sábado a la gran inauguración gran…pero en realidad no hay un solo lugarcito vacío. Por ser lunes, día de descuento a jubilados y estar en el inicio de las vacaciones de invierno, para apoyar el culo en una de esas tribunas que dan a las pistas donde saltan los caballos, tuve que pedir permiso tres veces y correr a toda una hilera de viejitas muy emperifolladas que me miraron con muy malos ojos ( quizás porque tenían cataratas).
Yo me divertí mirando “las fachas” tanto de hombres como de mujeres. No sé si venían del campo, tampoco sé qué nivel socio económico tenían…pero parece ser que está de moda la onda campestre. No importaba si estabas con un piloto al mejor estilo Bogart, eso debía combinar con un hermoso par de alpargatas de cuero y una boina. Las minas con ponchos y botas de taco aguja, obviamente acompañadas por un hermoso sombrero estilo Harrison Ford en Indiana Jones. Parece que ahora lo glam viene de pampa adentro.
Me impresionó mucho darme cuenta cuán grande es la crueldad humana. En el stand de los porcinos…mientras los pobres chanchos roncaban a lo loco… a los dos metros los estaban ¡rematando!
Pero lo que pasa en el stand de las vacas es de lo peor. En el stand no sólo están ellas, sino también ¡el restaurant- parrilla! Y ahí nomás nos comemos a la vaquita con la que le acabamos de sacar una foto al benjamín de la familia. ¡Hay algo más cruel! Es como hacer una cita con la vaca: acá sos hermosa y por eso me saco una foto…pero en tres horas te veo en el restaurant. Las vacas lo saben…conocen nuestros oscuros pensamientos y nuestros sádicos deseos carnívoros… por eso nos miran de reojo. Saben que lo que separa la vida de la muerte es el corredor de 3 metros que hay entre su corral y el restaurant. Saben que nuestra sonrisa es sarcástica…hipócrita. Saben que poco nos importa su pelaje, su color, su raza e incluso su condición de madre… nos importa su lomo, su nalga, su molleja… es decir..poco nos importa por fuera… porque lo esencial… no está visible a los ojos pero es sensible al paladar.

2 comentarios:

El Campeon de Bragado dijo...

Hay nena...vos te metés en cada berenjenal. Obviamente las señoras de la rural están de moda. Y ni qué hablar del estilo campo. Lo que viene para este verano no es ningún color en particular... es el doble apellido. Claro, no cualquier doble apellido.

Facundo Creus dijo...

La verdad me intrigo mucho esta entrada. Por un lado me intriga como será una alpargata de cuero. No se, me parece tan ilogico como un calzoncilo de corderoy. Además no entiendo porque le tenian miedo al boicot de los stands del gobierno, más miedo me dan los aumentos del 30% que estan haciendo en "venganza". (Lo interesante del asunto es que se estan vengando de la gente del campo, amentandole a la clase media de capital y el GBA, raro no?)

Respecto a lo del restaurant, despues se preguntan por la vaca loca. Esa clase de presion puede volver loco a cualquiera. Pensa si vieras pasar por delante tuyo los churrascos de primo con chimichurri. O brochettes de compañerito de laburo al ajillo.